Oda a la meva mare

Sóc l’Anna R., escric al nostre bloc per primera vegada i ho dedico a la meva mare.

ODA A LA MEVA MARE

Mare, penso amb tu
Ja fa un any que te n’has anat
però la teva absència no he superat,
ni el buit que m’has deixat.

Mare, penso amb tu
i ploro amb emoció en evocar
tots els anys transcorreguts al teu costat,
ja que mai ens havíem separat.

Mare, penso amb tu
i mai hauria imaginat que a 101 anys
haguessis arribat i tu suposo que tampoc
si conscient n’haguessis estat.

Mare, penso amb tu
i ara, potser massa tard, m’adono
de tot el que a la meva vida has significat
i sento no haver-t’ho expressat. Continua llegint

TUVE UN SUEÑO SÓLO UN SUEÑO

Me llamó mi hijo pequeño por teléfono y me dijo que fuera al Ortopédico, que ya nos veríamos allí, cuál fue mi sorpresa, al ver la sala de espera  llena de gente conocida, familiares, amigos, al cabo de un rato se presento mi hijo Manuel, con la silla de ruedas y el Ortopédico se lo llevo a otro despacho, no tardo ni diez minutos en salir de pie andando y nos comento a todos los allí presentes que se había hecho un trasplante de piernas, yo no sabía si llorar, sólo le di  las gracias a Dios, rezando me desperté, entonces si lloré y volví a la realidad mi hijo sin piernas.

Como bien dijo Calderón de la Barca los sueños,  sueños son.

Sí le doy gracias a Dios cada día y le pido que lo oriente y proteja de todo mal, ya que se ha alejado de toda la familia, incluida yo, nada quiere saber de todos nosotros, yo como madre me conformo sólo con oír su voz cuando marco su teléfono, el me oye y sabe que sigo viva, le dejo mi mensaje pero no hay contestación, el ser madre es duro y difícil.

¿POR QUÉ?

Estaba yo en el Bar que asiduamente voy a desayunar y vi una acción por parte del Dueño que es chino y se llama Juan y que seguidamente expongo.

Vi que entraba un chico minusválido y yo como le conocía le hice señales para que se uniera a mí en la mesa, este chico se llama Javier y hace 41 años que nació en el barrio y siempre ha vivido en él. Juan el Dueño del Bar lo hizo salir a la calle y no le dejo entrar, cuando Juan entro en el Bar le increpé, diciéndole que lo que había hecho era un delito, y añadí que como continuará con esta forma de actuar se quedaría con las mesas vacías y que la mía iba a ser la primera. Entonces pensé que si hubiese sido mi hijo, con la muleta le hubiese dejado la espalda marcada. No me contestó. Continua llegint