La soledad de las personas mayores

Miguel de Unamuno, en su conocido ensayo Soledad, distingue dos formas de soledad: la buscada y la impuesta. La primera la buscamos voluntariamente como un ámbito de reencuentro personal, de meditación, de distanciamiento del mundo, como una ocasión para profundizar en lo que somos. Somos seres esencialmente políticos y sociales, pero necesitamos también momentos de aislamiento para profundizar en lo que somos y en lo que hemos venido a hacer en el mundo. La segunda soledad no es intencional, viene impuesta. Es la última consecuencia de la sociedad de la desvinculación. Es la soledad que sufren muchas personas mayores, especialmente en las grandes ciudades. Viven solas y querrían sentirse acompañadas. Anhelan tener vínculos, pero pasan los días y las semanas, sin hablar con nadie. A veces, mueren y nadie las echa de menos. Es la consecuencia de una sociedad fragmentada. Continua llegint